domingo, 17 de diciembre de 2006

Woody Allen: SCOOP


Si Woody Allen no existiese habría que inventarlo. La historia del cine de los últimos 30 años no sería la misma sin la calidad de películas inolvidables como Annie Hall, Manhattan, Broadway Danny Rose, La rosa púrpura del Cairo, Hannah y sus hermanas o Match Point. Con altos y bajos, el director neoyorquino siempre ha aportado pequeñas joyas cinematográficas. Lo cierto es que su falta será, probablemente, insustituible. Este hombre bajo, flaco y miope se ha convertido en un personaje carismático, singular, excéntrico y poseedor de un universo cinematográfico muy personal e ireemplazable.

La última película de Allen es SCOOP. Es conocida, por todo amante del cine, la pasión que el director siente por su ciudad natal, Nueva York, que es el marco de sus películas más memorables. Pero Scoop es el segundo film que Woody rueda en Londres, lo que lleva a pensar que el neoyorquino ha descubierto en la capital británica un nuevo escenario donde se siente a gusto para poder contar sus historias. Quizás, en esto también tenga algo que ver el hecho de que, paradójicamente, su obra sea más valorada en Europa que en su país natal.

Trás la fabulosa, y ya convertida en clásico, Match Point, Allen retoma con Scoop el género que le ha convertido en el clásico que es: la tragicomedia. Sobre Scoop circulan diversas opiniones: para algunos es una obra menor que supone un descenso de calidad con respecto a Match Point, pero para otros, entre los que me incluyo, cualquier obra considerada menor de este genio es una gran película.

Una joven periodista (Scarlett Johansson) recibe, durante el espectáculo del mago Esplendini (Woody Allen), un chivatazo desde el más allá que involucra a un conocido joven aristócrata británico en unos misteriosos asesinatos. Ella y el excéntrico mago se convierten en una singular pareja que tratará de desenmascarar al autor de una serie de crímenes que en los últimos meses han alarmado a la ciudad londinense.
Me parece muy destacable la buena interpretación de Allen, que contrasta, en su duelo interpretativo, con la más floja de su compañera, Scarlett Johansson, quizás poco experimentada en papeles cómicos.
Como no podía ser de otra manera tratándose del director neoyorquino, Scoop destaca por la calidad de su guión, repleto de diálogos hilarantes, situaciones cómicas y surrealistas que se acompañan de un rico fresco de personajes en el que se retrata a la clase aristocrática londinense.

Quizás es cierto, y Scoop está por debajo de Match Point en calidad cinematográfica, pero, desde luego, el buen rato de cine y humor que te hace pasar la nueva película de Allen es impagable, y su calidad tampoco es despreciable, ni mucho menos.

1 comentario:

El Cerrajero dijo...

El otro día fuí a ver SCOOP y me lo pasé muy bien --que es lo menos que uno espera al precio que se ha puesto el cine-- y es una de esas películas que le sale redondas al gran Allen.