jueves, 22 de febrero de 2007

CARTAS DESDE IWO JIMA


Andrei Tarkovski, famoso director ruso, decía que hacer cine era “esculpir en el tiempo”. André Bazin, célebre crítico de la revista Cahiers du cinema, lo definía como la “momificación del cambio”. Como puede observarse, el factor temporal es intrínseco a las películas. El cine es tiempo. Para otros el tiempo es dinero, valioso, algo que no debe perderse. El tiempo debe ser un amigo.

Pues bien, Clint Eastwood se ha empeñado con sus dos nuevas películas en convertir el tiempo en su enemigo. Se ha enfrentado a él en un ring llamado Iwo Jima y ha luchado por estirarlo, pero Cronos le ha soltado un derechazo final y lo ha dejado KO sobre la arena del la playa. El director de Million Dollar Baby no ha logrado con Cartas desde Iwo Jima lo que muchos esperaban: salvar a Banderas de nuestros padres con historias que nos hiciesen ver que esta primera película estaba incompleta, que había algo más que no sabíamos porque sólo veíamos con los ojos de un bando, y que cuando viéramos también con los del “enemigo” descubriríamos esa grandeza que parecía poseer.

Pues no. Lo cierto es que se trata de dos películas diferentes que cometen el mismo error: la historia. Los pilares narrativos de este dúplex de estilo “eastwoodiano” parecen estar construidos con las mismas arenas de la playa donde los americanos desembarcan. Lo cierto es que un acaba harto de esa visión fatalista-contemplativa del cine de Eastwood (con clara influencia de la tragedia griega), y de que las historias hay que contarlas despacio y con buena letra (o fotografía y música, por cierto magníficas; una lástima); porque la vida fluye despacio y hay que darles tiempo a los personajes, de que la palabra esperanza no es más que la combinación de “espera” y “templanza”, pues nadie escapa al fatum.

En cuanto al tema de las cartas, éste se convierte en un leitmotiv barato al servicio de la trama y el final. Por esta razón, el guión se ve obligado a arrastrar consigo historias que no pueden desarrollarse del todo por la conclusión a la que están atadas. Por eso surgen dos reacciones posibles en los espectadores. Una: emoción víctima del sentimentalismo barato. O dos: decepción absoluta y la sempiterna pregunta de ¿a qué ha venido todo esto? Eso es lo que me pregunto yo: ¿qué quiere decirnos Eastwood? ¿Que la guerra es un infierno, que hace cambiar a los hombres, que el fanatismo es malo…? ¿No está ya todo muy visto?

Eastwood no hace una película, solo cuenta lo que otros han contado. Pero así no se logra el interés por una trama, debe haber conflictos, puntos de inflexión, evolución de los personajes... terminados. Todo esto brota y no se acaba de desarrollar. Como si se arrancaran las manzanas cuando todavía están verdes. En mi opinión, se ha vuelto a cometer el mismo error que en Banderas de nuestros padres: se pretende contar mucho en muy poco, lo cual da lugar a una película demasiado larga que se queda muy corta. Paradojas del cine de Eastwood.

10 comentarios:

Scout Finch dijo...

Pues qué chasco. Yo pensaba que era un peliculón y estaba emocionada por verla, pero la verdad es que leyendo tu crítica me estoy echando para atrás. No he visto "Banderas de nuestros padres", de hecho pensaba verla antes que "Cartas desde Iwo Jima", pero ahora estoy dudando. La verdad es que Clint Eastwood no me entusiasma, pero se han escuchado tantas alabanzas hacia estas dos películas que pensaba darle otra oportunidad. ¿No tienen nada bueno?

Vulcano dijo...

A mí, como puedes leer, no me han entusiasmado. No obstante, ha habido mucha gente a la que sí, y mucho. Lo que ocurre conmigo es que le pido mucho a las películas; sobre todo si oigo hablar tan bien de ellas como estas dos. Yo que tú las vería y opinaría.

Un saludo

Anónimo dijo...

Pues yo no creo que Cronos le haya soltado un buen derechazo a Eastwood en esta ocasión (en banderas la masacre de leches que le dio fue tal que mejor olvidarlo XD). Sí que estira demasiado algunas cosas el guión y otras no terminan de estar aprovechadas, pero a mí Iwo Jima sí me ha gustado bastante, en cambio "Banderas..." cuanto más pienso en ella menos me gusta... y ya no me gustó al salir del cine...

Cinéfila dijo...

Nada Vulcano que estás hecho un exigente, yo la voy a ver más que nada porque al contrario que a muchos me gustó Banderas y ahora quiero ver la otra versión de la historia. Además me suele gustar el cine de Eastwood y como ésta es en V.O. pues mejor que mejor :p

Gata Vagabunda dijo...

Pues yo debo de confesar que me gustó "Banderas de nuestros padres" -que al contrario que tú, pienso que sí se centra y no se dispersa- y más aún me ha gustado "Cartas desde Iwo Jima". Es más, yo hubiese seguido en la sala un rato más sin problema alguno.

Me ha encantado ver otro punto de vista.

(Postdata: también confieso que me gusta el cine de Eastwood, y mucho).

Vulcano dijo...

Pues, nada, para gustos películas. No puedo decir que sea una mala película, pero mi gusto se enfoca más hacia lo que me aportan. Soyn de los que piensan que las historias deben evolucionar, que deben ser cada vez mejores.

Sin embargo, Eastwood sigue con su estilo clásico de contar, y lo cierto es que con estas dos películas no ha conseguido aportarme nada que no haya visto antes. Pero comprendo que os guste.

Saludos

Donnie dijo...

Vaya a mi me encantó...

Anónimo dijo...

Vaya la 1ª crítica que veo mal de esta película,pero ya se sabe para gustos colores lo bueno es la variedad!:)

un saludooo!

Cinéfila dijo...

Saludos Lucy, esta crítica es de Vulcano, un colaborador del blog, cuando yo vea la de Iwo Jima ya opinaré. Aunque como ya he dicho me encantó "Banderas de nuestros padres".
Ya te he enlazado en nuestro blog, como Lucy nariz respingona, pero el blog que has enlazado no es el nuestro,el nuestro es Cinéfila por compasión. Cinezas es un blog personal de Vulcano pero creo que aún no e,pezó a publicar. +
Gracias

Anónimo dijo...

Yo la verdad esque sali encantado del cine, la película te deja una sensación de tristeza algo no muy comun cuando vas al cien últimamente.
salu2